Trazos mágicos en las prácticas religiosas afrocaribeñas

El uso de katikampolas, como se le conoce en el Nkisi Malongo o Veves, como se le conoce en el Voodoo, son la manera en que el sacerdote le da dirección a lo que hace. Es un lenguaje vivo; no solo son marcas al azar que se usan en forma indiscriminada, son mensajes precisos con los que se marca un diálogo con los fundamentos y espiritualidades, permitiendo el movimiento. En estas religiones todo está vivo, y el suelo sobre el que se escriben estos trazos es una espiritualidad que, en conjunto con lo que se hace, se apresura o se arrea lo que se pidió. También las hay de protección, ya que pueden ser usadas para que los enemigos no puedan ver lo que se está haciendo. Cuando se amarran las cuatro esquinas, como se le dice en el palo, siempre van al piso, en el palo frente a la Nganga o fundamentos y en el Voodoo al alrededor del Ponto Mitan. Jamás se ha hecho un trazo sobre la kai, la miste o mesa de los misterios, porque la espiritualidad es el piso. Actualmente hay gente que, con deseo de aprender, quiere comprar libros e incluso tratados por internet que no les van a servir, porque cada fundamento, cada casa tiene su lenguaje propio, y si se usa una Dimanga o Katikampola de otra casa es como hablar en chino con una persona que habla francés. Es como tener un vehículo en una carretera que no se sabe a dónde va, pero se debe tener especial cuidado en su uso. Pregúntale a tu padrino, sé paciente que todo te lo van a dar en tu casa. No hay trazos más poderosos que otros, pero cuando se usan bien van a funcionar de forma excelente. Hay nueve firmas madre y cada una representa una espiritualidad y de ahí los complementos como el kaguete, el embarcadero, la ñoca y los signos complementarios nos darán riqueza en lo que se le dijo a las espiritualidades. Hay sacerdotes que son malísimos para el dibujo, pero bien precisos en lo que comunican, algunos las hacen muy grandes, otros más pequeñas, pero es el comunicarse en forma correcta con su espíritu.

Tata Koyi